¿Un hashtag puede mover el mundo?


¿Qué ha sido del «Me Too»?

1.1 Origen  «Me Too»

La conferencia interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres de 1994 se refirió expresamente “al acoso sexual como una forma de violencia en contra de la mujeres en el ámbito laboral”

La lucha contra el sexismo no estaba visualizada, y han sido las redes sociales las que han contribuido a hacer visible dicha lucha.

En 2006 Tarana Burke, activista neoyorquina, creó una asociación denominada “JustBeInc” que atendían a niñas y adolescentes negras que habían sufrido violencia sexual.

La frase “Me Too” surge en esta asociación y buscaba sensibilizar ante el abuso y acoso sexual.

No es hasta 2017 ante las denuncias de la actriz Alyssa Milano al productor de Hollywood Harvey Weinstein que utilizando en Twitter el hashtag “Me Too” se empieza a hacer visible la lucha contra el sexismo, contribuyendo las redes sociales a que las mujeres que habían sufrido acoso lo hicieran público.

«Me Too» y Tarana Burke

A partir del Hashtag “Me Too” en todo el mundo empiezan a aparecer hashtag visualizando los problemas de las mujeres:

#aufschrei: debate sobre sexismo en Alemania

#AintNoCinderella: rebelión de las mujeres de India

#NiUnaMenos & #NiUnaMás de argentina

#MyStealthyFreedom: contra la jihab 1

1.2 ¿Un hashtag puede mover el mundo?

El poder de las redes sociales es evidente, siendo claro que el movimiento “Me Too” trajo consigo la visualización en la sociedad de la gravedad del problema del acoso y el abuso sexual, aportando esperanza en miles de mujeres que sintieron que no estaban solas.

Pasado el tiempo en febrero de 2019, Taub Amanda, en periódico The New York Time2  describe el efecto del movimiento:

Ha sido poco el efecto que el movimiento «Me Too» ha tenido en el problema más generalizado de abuso sexual, acoso y violencia que perpetran los hombres que no son ni famosos ni tan poderosos.

La mayoría de las mujeres no tienen la fortuna ni el poder con los que cuentan las actrices famosas de Hollywood  (cuyo poder, por supuesto, no se acerca al de los hombres en la industria) para impulsar este nuevo consenso sobre lo que está bien y mal. Así que, a pesar de que #MeToo se ha propagado ampliamente por todo el mundo y ha llegado hasta actrices en la industria cinematográfica de Bollywood en India, por ejemplo, no ha logrado ayudar a las mujeres comunes y corrientes.

Si una trabajadora de una fábrica estadounidense o una víctima mexicana de violencia sexual intenta señalar a un agresor individual, y quizá incluso una cultura de abuso más general, no puede confiar en que la apoyen otras mujeres poderosas o que en su ayuda acudan otros aliados. A menudo, el abuso queda impune y la cultura de acoso a mayor escala sigue sin cambio alguno.

Según Sarah Khan3, politóloga de la Universidad de Yale y estudiosa de los conflictos de violencia sexual:

Que la naturaleza por la cual movimientos de esta índole presentan una poca democratización en los sectores más masivos de la sociedad, radica en un concepto social que los científicos llaman “conocimiento común”.

Aunque cientos de miles de mujeres piden un cambio en el sistema, la verdad es que no hay cambios reales y registrables reflejados. Por esta razón es importante destacar que estas luchas nunca pueden quedar retenidas dentro de las barreras de los medios digitales.

1.3 Las razones por las que el efecto del “Me Too” ha quedado un poco olvidado:

13.1 No todas las mujeres se encuentra en la misma situación social, económica, cultural, ni tienen la misma raza, ni religión

En Egipto, por ejemplo, “The BuSSy Project” es un conocido colectivo feminista que documenta historias censuradas e inéditas sobre el género de todo el país. Cuando se le preguntó acerca de la fiebre del #MeToo, Sondos Shabayek, directora de proyectos en BuSSy, dijo: “En ciertos sentidos sí [se extendió] y en otros no. Con lo que nos identificamos fue con la ola de apertura y de contar historias. El origen del movimiento y las principales historias fueron del mundo occidental. Y aunque muchas historias son similares, creo que no fue lo mismo para nosotras”.4

1.3.2 No todas las mujeres están preparadas para asumir y soportar las consecuencias de una denuncia.

El precio que pagué por denunciar a Larry Nassar” Por Rachael Denhollander30 de enero de 2018 The new York Time5:

Mi formación como abogada me preparó para el proceso y la argumentación, pero nada podría haberme preparado para el dolor de ser la primera en publicar mis acusaciones, lo que hice en The Indianapolis Star.

Me quedé sin mi iglesia. Perdí a mis mejores amigos al abogar por las sobrevivientes que habían sido victimizadas por errores institucionales similares en mi propia comunidad.

Perdí todo resquicio de privacidad.

Cuando una nueva amistad buscaba mi nombre en línea o me agregaba como contacto en Facebook, en la búsqueda aparecían los detalles más íntimos de mi vida mucho antes de que siquiera hubiésemos intercambiado números telefónicos. Evité las tiendas de autoservicio algunos días, para asegurarme de que mis hijos no vieran mi rostro en los diarios o revistas.

1DW (2019)  

2 New york Time (2019).

3Mercer marsh (2019)

4OpenGlobalRights. (2019).

5Denhollander (2018).

Autor CEIMA https://mediacionigualdadarbitraje.es/blog/index.php/2020/11/26/un-hashtag-puede-mover-el-mundo/